Escrito por Lisset Patoni
“La ropa no es el problema ni tampoco la solución, pero si es un medio de reflexión.” - Ale Vega.
Ale Vega @alevegal @lamusalita @picosa.mx
Ilustradora, diseñadora textil, feminista y exaUDEM. Su proyecto final se llama Picosa (picosa.mx), el cual busca transmitir la conexión que tiene la ropa, con la seguridad que sentimos al salir a la calle. Ale comunica por medio de sus monas (muñecas intervenidas) y sus diseños experimentales, la violencia de género que nosotras las mujeres, vivimos en nuestro país. A continuación, Ale nos cuenta un poco sobre cómo nació Picosa, cómo fue su desarrollo y el impacto que tuvo.
¿Cómo nació Picosa?
“Durante mi intercambio en Estonia, hubo dos acontecimientos que dieron inicio a Picosa. El primero, la diferencia cultural en cuanto a la vida de la mujer. Es decir, allá no veían cada dos segundos su espalda al caminar o no tenían que enviar su ubicación al subirse a un Uber.
El segundo, en una clase llamada ‘Fashion & Gender’, teníamos que realizar un proyecto sobre el género y la moda. Aquí empecé a realizar un proyecto sobre la violencia de género en México, y cómo la ropa influye como una protección o armadura al salir a la calle. Más adelante, quise continuar desarrollando este proyecto como mi PEF final.”
¿Cómo surgió la idea del intercambio de las monas?
“Yo desde el inicio quería usar muñecas o monas, porque siempre he visto una conexión con la forma en que visten a las muñecas junto con la forma en que nos vestimos nosotras. Realmente siempre estuvo en el fondo de mi mente.
Sin embargo, al entrar a la pandemia y a la mitad de mi proceso, busqué cambiar mi presentación original con una experiencia; es decir, brindar algo con lo cual se pudieran quedar las personas. Distribuí las monas (muñecas) entre mis contactos, no sólo a diseñadoras sino a mujeres en cualquier campo. Al final, les di ciertas preguntas, para que con ellas intervinieran sus muñecas: ¿Qué te gustaría usar para evitar una agresión? & ¿hay algo que te haría sentir segura?”
Sabemos que la ropa que usamos no tiene la culpa, pero es una forma de expresión y es un escudo para todas las mujeres; nadie debería decirnos que usar... ¿cómo decidiste llevar este mensaje por medio de la moda?
“Cuando empecé el PEF, no quería que la gente lo interpretara de una manera literal, porque realmente todo a nuestro alrededor afecta lo que usamos. La moda no es sólo Zara, va más allá… ¿Por qué las personas están usando esto? ¿Por qué está en tendencia la ropa oversize? Todo tiene acontecimientos de trasfondo.
Por ello mismo, lo deje en un contexto muy amplio, porque yo sabía que la ropa no era el problema ni tampoco la solución, pero si es un medio de reflexión.”
¿Por qué crees que la moda está conectada y puede apoyar al feminismo?
“La moda es lo más directo que hay entre el arte y nosotras, es una trinchera por donde podía hablar y expresarme. La violencia de género no tiene nada que ver con la ropa que llevamos. Sin embargo, la ropa se ha convertido en un símbolo para el movimiento feminista, el pañuelo morado o verde, o los pussyhats, si han sido elementos de ropa que han identificado a la lucha feminista. Las prendas sí hablan y se involucran en el movimiento.”
¿Qué planes tienes para Picosa? o ¿cuál es su futuro?
“Realmente todavía no lo sé. No obstante, me encantaría continuar haciendo otras ediciones por medio de las monas. Fue la parte de mi proyecto que más me gustó, me encantó que la gente participara y me gustaría seguir involucrando a más personas. Para la siguiente edición, me gustaría donar lo que gane a organizaciones o asociaciones que apoyen a las mujeres. Igualmente, ha pasado por mi mente elaborar talleres e involucrar a más personas, para comunicar y educar.”
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