Por qué tenemos que dejar de usar la palabra feminazi y cómo es un movimiento que busca la igualdad social.
¿Alguna vez has caminado por las calles de noche, solx, sin sentir miedo? Porque yo no. ¿Te sientes segurx con cualquier tipo de ropa al salir de tu casa sin temor a cómo te vean? Yo nunca.
Si eres mujer, sabes a lo que me refiero y sientes lo mismo que yo a menudo. Si eres hombre puede que entiendas, pero quizás no lo compartas. Ser mujer en un país machista se ha vuelto una limitante para cualquier forma de expresión. La simple tarea de vestirse y salir a la calle se vuelve en una decisión de horas de “Me gusta pero, se me ven mucho las piernas”, “Esta blusa está hermosa pero se notan mucho mis pechos”, “¿Qué van a decir?”, “No quiero que me chiflen”. Ahora bien, ¿no te parece injusto que un género tenga que limitarse o ser de cierta forma mucho más precavido que el otro en nuestra forma de vestir, las horas y lugares a los que salimos o hasta con lo que decimos? Injusticia, es precisamente de lo que quiero hablar. Como mujer yo nunca he podido sentir la libertad de usar lo que quiera, caminar o salir cuando quiera. Y nunca lo sentiré. Precisamente ese es el desbalance social por el que pelea el feminismo. Más allá de hablar acerca de mi experiencia, el feminismo habla del conjunto de experiencias de las mujeres que vinieron y mujeres que están por venir. El feminismo, es buscar la equidad entre géneros y el respeto mutuo. Simplemente la equidad.
Las mujeres venimos peleando por esto desde hace años. Gracias a ello, yo estoy escribiendo esto y tu lo estas leyendo. Pasitos cortos con cambios grandes. El feminismo nace de feminicidios, nace de desigualdad y de miedo. No busca hacer menos a los hombres ni los odia; al contrario, busca crear un sistema en donde su empatía y respeto sean la norma. Una feminista no lo quiere hacer menos ni busca venganza, busca justicia. Buscamos que nuestros derechos sean reconocidos. Simplemente un sistema justo.
Hay que dejar claro que si bien el feminismo es una lucha, no es un genocidio. Ninguna feminista es una femin*zi, porque de ninguna manera el movimiento se compara con campos de concentración, con la tortura y muerte de miles de inocentes. Es denigrante comparar un movimiento que busca la igualdad con una guerra mundial.
Si tu sientes impotencia como yo, de limitar tus actividades, o si tienes miedo de que el día de mañana tú, tu hermana, tu mamá, tu amiga o tu abuela sea la siguiente mujer desaparecida en las noticias (por que sí, en este país 20 de nosotras desaparecen al día).
El feminismo está peleando por tu miedo, por las cosas que dejas de hacer o que haces de más “por ser mujer”. Un grito desesperado de mujeres que, como yo, no quieren ser la siguiente desaparecida, el cuerpo desfigurado en las noticias, la niña violada por su familiar, la mujer golpeada por su pareja o la señora acosada en el metro.
Sólo queremos empatía, igualdad y respeto sin miedos o estigmas, para vivir con la libertad de poder ser nosotras mismas.
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