Escrito por Marifer Pacheco
¿Tienes minifaldas en tu guardarropa? Lo más probable es que la respuesta sea sí. Esta prenda tan divertida y osada es una de los básicos favoritos para muchos individuos, incluso siendo considerada como una prenda genderless. Actualmente cualquiera puede usarla (finally…), sacándola de la casilla donde “sólo podía ser utilizada por mujeres”.
Pero ¿qué tanto conoces tu minifalda?...
La prenda fue creada por Mary Quant en 1965. Ella fue una diseñadora londinense, quien soñaba con que sus creaciones fueran accesibles para todos los estratos sociales. En su tiempo ella logró este mismo objetivo, lanzando una línea de marca de bajo costo llamada “Mary Quant for Ginger Group” , tuvo tanto éxito que hasta el día de hoy sigue siendo conocida por ser pionera en el aperturismo de la moda.
El impacto de la minifalda fue.. bueno really huge. Siendo un símbolo feminista en esa época así como actual, las jóvenes de los años 60´s reconocieron a Mary Quant como icono de revolución juvenil. Esta prenda no era esperada pero sí muy necesaria, “The fashionable woman wears clothes. The clothes don´t wear her” - Mary Quant. La margarita se popularizó como símbolo de la libertad juvenil femenina gracias a esta diseñadora, esta flor fue usada por muchas modelos y personajes famosos de la época, como por ejemplo: Twiggy, que además era una de las musas de Quant, definieron el característico “Chelsea look” de la década.
La polémica y transgresora falda era la definición de empoderamiento femenino, en un tiempo donde no se podía percibir, ni imaginar, a una mujer mostrar siquiera un rodilla a la sociedad. Mary creó en un principio esta pieza pensando en las necesidades de su amigas y de ella misma, siendo casi un proyecto íntimo y personal, se volvió todo un fenómeno atemporal.
Con la necesidad de soltar el trauma de la guerra, la sociedad joven británica buscaba la novedad, la cual encontraron en la tienda Baazar; abierta en 1955 y fundada por Mary Quant y Alexander Plunket Greene. Mezclar una inocencia traviesa y una feminidad divertida con la rebeldía era el mensaje que transmitían las miniskirts, aborreciendo la represión en todas sus formas.
Actualmente la minifalda sigue rompiendo tabúes y estereotipos. "Con el aumento de los distintos tipos de fundamentalismos religiosos en todo el mundo, hay una reacción en contra de las mujeres y de la liberación sexual", nos comparte la historiadora Valerie Steele para la BBC. Aunque es verdad que en las principales potencias mundiales de países desarrollados como Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Alemania, etc., es prácticamente normal el ver a mujeres usando minifalda, hay algunos lugares en el mundo donde incluso resulta ilegal su uso. Al parecer esta prenda tiene un poder y peso inmenso actual en las decisiones que rigen diferentes realidades del mundo. Es por eso que la revolucionaria minifalda, una pieza atemporal y llena de statement, guarda un lugar especial dentro del corazón de la moda.
Comments